ROMÁNICO Y CAMINO DE SANTIAGO

Date : 2031 January 31st
Gloriosa Historia aragonesa tallada en piedra

El estilo románico nació y se consolidó a la par que el Reino de Aragón en tiempo y espacio, de ahí que sea el estilo arquitectónico altoaragonés por excelencia, y que haya perdurado en nuestra región el mayor conjunto monumental románico de toda la península ibérica.

El Camino de Santiago aragonés es un ramal del Camino francés e italiano, y se adentra en la península por el Puerto de Somport, transitando en paralelo al río Aragón por maravillosos senderos cargados de historia y belleza natural, hasta su unión con el ramal procedente de Roncesvalles en Puente la Reina (Navarra).

En el siglo XI Jaca se convirtió en capital del recién instaurado Reino de Aragón y, al ser el mayor núcleo urbano del Pirineo, el Camino varió su trazado haciendo que pasara por aquí y por otras poblaciones ignoradas de la ruta en sus inicios. El enorme trasiego comercial y de peregrinos europeos por esta zona permitió un gran intercambio cultural, que llevó al estilo románico lombardo a ser adoptado como propio en las edificaciones altoaragonesas. Es por ello que, en los Pirineos aragoneses, Románico y Camino de Santiago están indisolublemente unidos en sus orígenes y en el afecto que sus gentes les profesan.

Tomando Jaca como punto de partida, es indispensable visitar su Catedral del siglo XI, considerada como uno de los templos más importantes del primer románico español, y que está estrechamente vinculada con la fundación de la ciudad y la concesión de sus Fueros, que la permitieron crecer como centro comercial en la ruta del Camino de Santiago. Anexo a la Catedral se encuentra el magnífico Museo Diocesano, que con sus 2000 m2 de arte medieval, engloba el mayor conjunto de obras románicas de todo el país.

El Monasterio de San Juan de la Peña es otra visita de obligado cumplimiento. Tallado en la misma piedra de la montaña se alza como un funambulista sobre un gran barranco, cuyas vistas permiten entender el ancestral vínculo de los monjes con lo divino y el entorno natural que les albergaba. Cuna y residencia de los primeros Reyes de Aragón, los diferentes estilos arquitectónicos que se conservan nos hablan sin voz de la vida y costumbres de sus antiguos habitantes.

Canfranc es otro enclave en el que poder disfrutar al paso del Camino. Nos encontraremos antiguas edificaciones de carácter defensivo, como la Torre de Fusileros (siglo XIX) o el Fuerte de Coll de Ladrones (siglo XVII). Asimismo, el monumental edificio de la Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc nos cuenta leyendas de espías y pactos internacionales, y se enorgullece de haber sido secreta protagonista en la Segunda Guerra Mundial.

A lo largo de toda la comarca se hallan diseminadas, otras joyas escondidas, numerosas iglesias y ermitas románicas, ubicadas en lugares que los antiguos lugareños consideraban de gran energía mística y telúrica, como San Adrián de Sásabe, Santa María de Iguacel, Ermita de San Benito en Orante, San Caprasio, el Monasterio de San Pedro de Siresa, etc, etc, cuyas dimensiones hablan del gran esplendor que vivieron en el pasado.

Por último, no se puede dejar de visitar los vestigios de lo que en su día fue el Hospital de Santa Cristina de Somport, que servía de parada y fonda para legiones de peregrinos y viajeros, pues la ruta aragonesa era la más transitada de todo del Camino de Santiago.

Adaptándose a los tiempos actuales y a las necesidades del viajero moderno, y coincidiendo con el Año Jacobeo en 2010, el Camino ha sido restaurado, adecuado y consolidado en los tramos más complejos para el caminante. Se han instalado puentes, reforzado señalizaciones, y adecuado trazados mucho más atractivos para que el viajero viva una experiencia irrepetible.

Descubre la fascinante Historia de Aragón a través del Camino de Santiago. Una experiencia transformadora para el alma desde tiempos remotos.

 

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